sábado, 4 de julio de 2009

¡Las dodotis!

Desde luego que no sé a qué cabeza pensante se le ocurrió traer unidades de la serie 446 al Núcleo donostiarra. Algunos podemos ser tachados de nostálgicos, pero es que el cambio no ha sido muy positivo, sobre todo poco bien recibido por los viajeros. Algunas de las quejas percibidas son las siguientes:

La principal es que las unidades carecen de servicio, elemento muy apreciado por estas tierras y que te puede salvar la vida de un apretón a bordo. No vale decir que "para trayectos cortos no hace falta que haya servicio", pues aquí hay muchos viajeros que hacen trayectos de más de 20 minutos de duración. ¿Quién sabe lo que te puede ocurrir en 20 minutos? ¡O lo que le puede ocurrir a otro viajero, que tú no eres el único! Ante un problema de "evacuación" no queda otra que bajarse del tren y hacer uso del servicio de la estación -si lo hubiere-. Recordemos que en las Condiciones de Transporte se indica que "El viajero no podrá interrumpir el viaje, para su posterior continuación, en una estación intermedia del recorrido para el que disponga de billete, salvo para realizar transbordo de un tren a otro". Es decir, a coger otro billete.

La disminución del número de asientos respecto a las 440 también es motivo de queja. Estábamos acostumbrados a que todo el tren fuese de filas de asientos en formación 2+2 y 2+3 en su mayoría. Con esta disposición de asientos todo el pasaje tenía dónde sentarse, pues la cantidad de viajeros que se mueven por esta zona no es como para abarrotar una unidad pero sí como para casi ocupar casi todos los asientos de una 440. Y luego está la dichosa fila de 3 estrapontines, muy incómodos y sin un sistema de retención eficaz que los devuelva a su posición original con delicadeza, pues entre que la gente no los agarra cuando se levanta y que hacen mucho ruido, molesta bastante.

El aire acondicionado de algunas unidades viene condicionado a que se tengan que abrir los ventanucos abatibles de los extremos de los coches, pues en vez de trabajar en "Modo Brisa Marina" lo hacen en "Modo Vesubio". ¡No tiene término medio! En algunas composiciones se va fresquito y en otras sudas como un puto cerdo.

La calidad del frenado bien viene controlada por el maquinista, pero es que hay trenes que no se dejan. Que elimine el freno eléctrico de golpe y porrazo y se ponga a aplicar el freno por aire como un condenado es algo que los viajeros notan, sobre todo en cuellos y espalda. ¡Pobre de tí como te pille de pie y mal agarrado!

Por algún motivo u otro, ninguna de las unidades que circulan por estas tierras tienen en funcionamiento el sistema de información al viajero, con lo que más de uno se ha pasado de su estación con el consiguiente cabreo y pérdida de tiempo. ¿Tan dificil es enchufar un ordenador con un cablecito y cargar la aplicación? Tiene delito...

Estas son unas de las quejas que hay sobre las "nuevas" 446. Lástima que no vayamos a llegar al nivel de paripé que ha habido en Catalunya...

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